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Objetivo # 11 Ciudades y comunidades sostenibles LGTBI

Más de la mitad de la población mundial vive hoy en zonas urbanas. En 2050, esa cifra habrá aumentado a 6.500 millones de personas, dos tercios de la humanidad. No es posible lograr un desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la forma en que construimos y administramos los espacios urbanos.

El rápido crecimiento de las urbes en el mundo en desarrollo, en conjunto con el aumento de la migración del campo a la cuidad, ha provocado un incremento explosivo de las mega urbes. En 1990, había 10 ciudades con más de 10 millones de habitantes en el mundo. En 2014, la cifra había aumentado a 28, donde viven en total cerca de 453 millones de personas.

La extrema pobreza suele concentrarse en los espacios urbanos y los gobiernos nacionales y municipales luchan por absorber el aumento demográfico en estas áreas. Mejorar la seguridad y la sostenibilidad de las ciudades implica garantizar el acceso a viviendas seguras y asequibles y el mejoramiento de los asentamientos marginales. También incluye realizar inversiones en transporte público, crear áreas públicas verdes y mejorar la planificación y gestión urbana de manera que sea participativa e inclusiva.

LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN EL URBANISMO. UNA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL ADAPTADA PARA EL CAMBIO EN COSTA RICA

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Parte 1

La integración de la perspectiva de género al planeamiento, se abre un nuevo panorama de aplicación de los estudios de género a una disciplina técnica tradicionalmente distanciada de estos aspectos.

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Hasta ahora han existido múltiples estudios y análisis sobre la función histórica de la mujer en la ciudad y sobre los modos en que las mujeres hacen uso de determinados espacios urbanos. Sin embargo, normalmente han utilizado un lenguaje a veces reivindicativo y segregado, por lo que no han contado con una gran aceptación entre los técnicos y técnicas dedicados al urbanismo, acostumbrados a tratar con un lenguaje técnico y jurídico.

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En un momento en el que desde la Administración se apuesta por incorporar la perspectiva de género al urbanismos a través de una herramienta tan potente como una Ley, se hace imprescindible contextualizar y hacer legible este aspecto para que quienes deben aplicarlo no lo rechacen y lo asuman como una herramienta útil que mejore su trabajo y no como una imposición que lo obstaculiza.

Si aqui se equipara la ley de igualdad de genero seria posible hacer cambios notables como Integrar el principio, de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, en la planificación de la actividad urbanística.

La promoción de la igualdad de género, teniendo en cuenta las diferencias entre mujeres y hombres en cuanto al acceso y uso de los espacios, infraestructuras y equipamientos urbanos, garantizando una adecuada gestión para atender a las necesidades de mujeres y hombres.

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Lograr aplicar estas nociones de tiempo en el enfoque sin duda nos trae nuevas perspectivas de hacer cambios mas novedoso incluyendo la diversidad de acciones en favor de las comunidades LGTBI y en condiciones equitativas e igualitarias, Cuando se trata de aplicar la perspectiva de género a una disciplina técnica como el urbanismo, la definición de un marco en el que poder establecer la relación entre dos conceptos a priori tan distintos es un paso imprescindible para permitir su comprensión tanto por los técnicos y técnicas que deben adaptarlo, como por la sociedad que debe demandarlo. Es por ello que entendemos necesario explicitar esta relación que se adapte los trabajos que en materia de género se han producido a lo largo de las últimas décadas, al contexto urbanístico de la segunda década del siglo XXI

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“En la actualidad, la ubicación ha sustituido a la extensión, que a su vez sustituyó a la localización. La ubicación se define por las relaciones de vecindad entre puntos o elementos: formalmente, puede describirse como series, árboles o cuadrículas”.

Es por ello necesario, en un escenario líquido como el actual donde no existen conceptos sólidos en los que apoyarnos que establezcamos nuestra ubicación por medio de la explicitación de la relación que proponemos con los distintos conceptos que intervienen en la elaboración del concepto “Urbanismo con perspectiva de género” .

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